Poseído por Baal

Sucedió un día sábado. Después de escuchar la Palabra salimos a la puerta del Templo para compartir temas muy amenos entre el grupo de amigos que ahí nos encontrábamos.
Como en casi todas las ocasiones el Pastor se unía a la conversación y participaba compartiendo sus experiencias. En esa oportunidad comenzó a referirse a uno de sus amigos que la semana anterior nos había visitado...Cuando de pronto escuchamos el timbre de su celular.

Baal poseyendo a un muchacho

"Hola" - contestó el Pastor.
Escuchándose del teléfono la voz de una mujer que hablaba casi desesperada y sollozando: ¨Pastor por favor venga es urgente. Mi hijo está mal. Quiero que por favor ore por él....Por favor venga a mi casa".
Joel, que era el nombre de mi amigo Pastor, respondió ¨Pero Juanita ya es tarde son casi las 11:00 de la noche...iré mañana temprano¨.
La señora Juana una mujer de baja estatura con rostro marchito y de gran corazón, insistió con firmeza y nerviosismo: ¨Pastor por favor venga ahora...quiero que ayude a mi hijo. No es por mí...es por mi hijo...venga por favor¨.
Joel nos miró un tanto indeciso a lo que decidí decirle que yo me ofrecía a acompañarlo ya que era mejor ayudar. Al escucharme, él contestó: "Está bien...espéranos Juanita... Vamos para tu casa". Terminando la llamada.

Entrando en la casa vimos al muchacho parado de cabeza con los brazos en posición de firmes tenía los ojos completamente blancos y botaba espuma por la boca... Aquí confieso que sentí ganas de salir corriendo y no parar...pero me quedé.

Doña Juana nos hablaba con lágrimas en los ojos: "A estado con sus amigos jugando la ouija...cuando regresé de comprar lo he visto así...no sé que hacer...por favor ayúdenme".

Pastor del Templo

Cuando Joel se acercó un par de pasos hacia el muchacho, éste giró 180 grados poniéndose de pie aunque sin dejar su posición de firmes. El Pastor retrocedió y con voz fuerte nos dijo: "Salgan...salgan de una vez".
Casi de inmediato cogí del brazo a doña Juana y salimos.
Era un barrio peligroso, la calle estaba a oscuras y a pesar de los grotescos y fuertes gritos que se oían desde la casa nadie se atrevía a salir averiguar lo que estaba pasando.

Toda ésta historia nos estaba contando mi gran amigo Percy cuando le preguntamos si sabía por qué motivo tenía nuestro Pastor esa cicatriz en la frente en forma de "B".

Percy continuó: Ya estando cerca de las tres de la madrugada...comenzó a escucharse un estremecedor silencio...entramos y vimos al muchacho sentado murmurando: "perdón señor perdón".
Me acerqué al Pastor que en ese momento continuaba en el suelo con su frente sangrando resaltando esa B que ahora tiene como cicatriz y que según he averiguado es la marca que le ha dejado ese demonio llamado Baal a cambio de soltar al muchacho.
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